En la noche de ayer, día 18 de enero, perdimos a Carmen Polo

A lo largo de la historia del movimiento asociativo en El Puerto han sido muchas las mujeres que se han intentado hacer un hueco en un mundo dirigido y controlado mayoritariamente por hombres. Algunas lograron destacarse por los cambios logrados con su paso por este mundillo tan peculiar del asociacionismo, y una de ellas sin duda fue, es y será Carmen Polo Páez.
Carmen no estaba de acuerdo con las desigualdades en ningún ámbito, pero sobre todo en las que se refieren a hombres y mujeres. Desde distintos espacios puso su granito de arena para que esa situación cambiase, en su profesión, en el sindicato (UGT), en el PSOE del Puerto y posteriormente de Cádiz, en las asociaciones por las que pasó... la de Amas de casa, la de mujeres El Foro, la de Mujeres Empresarias de Cádiz, la Gobernaora, en el Consejo Municipal de la Mujer... allí por donde pasó dejó huella con su lucha por la igualdad, por poner a las mujeres en el lugar que merecen; convencida que no somos un colectivo, ni una sectorial, sino la mitad de la humanidad con el derecho de tener los mismos derechos que la otra mitad.
Para ella era una actitud ante la vida, un talante, que en no pocas ocasiones le originó roces y enfrentamientos dialécticos con quienes no querían entender esa realidad por la que ella se apasionaba; pero ella solía decir “si no lo entiende, esa persona no me interesa” y eso es algo que hemos aprendido muchas mujeres de ella: no hay peor sordo que el que no quiere oír.
En la noche de ayer, día 18 de enero, perdimos a Carmen Polo, finalmente el cáncer pudo con ella, su luz se apagó en Madrid, pero sigue irradiando desde los corazones de las mujeres que tuvimos la suerte de cruzarnos en su vida.

Manifiesto de mujeres vecinales "LA ALIANZA"


El alarmante aumento de mujeres asesinadas por sus parejas este año ha disparado la preocupación del Ministerio de Igualdad por el auge de ciertos colectivos con ideas machistas que, en opinión del delegado del Gobierno contra la violencia sexista, Miguel Lorente, tergiversan las estadísticas sobre el maltrato o los conflictos en las separaciones.

“Con el fin de que todo siga igual y los hombres sigan teniendo privilegios”.
El dirigente ministerial denomina posmachistas a estos grupos porque su origen entronca con la posmodernidad y presumen de su rechazo al machismo. «Los posmachistas se han dado cuenta de que la crítica a los avances de las mujeres no basta y por eso dicen que buscan la igualdad»,

En particular, la dependencia económica de las mujeres, que ha perdido terreno pero sigue presente en muchas familias, y que implica, asimismo, un sometimiento de la voluntad, que es impuesta por el varón y cuya vulneración por parte de la mujer puede conducir a episodios de agresión física y psicológica, o incluso al asesinato.


De hecho, el popularmente denominado machismo vendría a ser el traje efectivo de dicha situación, y todo ello constituye un conjunto de creencias que, como se pone de manifiesto regularmente, sigue arraigado en las sociedades, incluso en las más avanzadas.


Por todo ello, la violencia de género supone una cuestión más amplia que la circunscrita a la legislación, aunque no cabe duda de que las leyes proporcionen una primera barrera contra su impunidad y extensión. La tarea desborda a las fuerzas de seguridad y a los propios Juzgados, y también deja perplejos a los ciudadanos, que comprueban cómo se producen regularmente casos tan dramáticos como los recientemente acaecidos en España, en el que en algunos de ellos no existían ni denuncia previa por malos tratos ni se sabía de disputas serias entre las parejas. Es necesaria, en consecuencia, una acción social liderada por las instituciones públicas para que las ideas y creencias que sirven de base a esta violencia sean modificadas en pos de una comprensión más racional de la convivencia entre las personas.




MUJERES VECINALES “LA ALIANZA” Y ÁREA DE MUJER DE LA FLAVE